Es canadiense, tiene sólo 17 años y se ha convertido en el nuevo ídolo juvenil, en todo un fenómeno mundial que lleva a miles de jovencitas a pasar noches a la intemperie para estar más cerca que nadie en los conciertos de un Justin Bieber que convierte en oro todo lo que toca.
Esta semana actuó en Madrid y en Barcelona y no dejó indiferente a nadie. Sus más famosos temas sonaron en estos conciertos, coreados por sus ‘fans’, como no podía ser de otra manera. Desde ‘You smile, I smile’, que sacó las sonrisas de sus seguidoras, a ‘One time’ pasando por ‘Where it all began’, ‘Somebody to love’ (que puso de moda con su ‘padrino’ Usher ) o ‘Eeni Meenie’, hicieron que esos corazones formados con los dedos de las manos que tanto han puesto de moda sus seguidoras fueran lo único que se veía a pie de pista. Sin embargo, su pose angelical quedó en entredicho en la capital, donde también aprovechó para presentar al público español su documental ‘Never say never’.
Y es que allí sacó su lado menos amable con los reporteros gráfi cos de la prensa, frente a los que pasó de largo y tapando con una capucha su célebre e imitadísimo fl equillo, por el que se han llegado a ofrecer 6.700 dólares (unos 4.700 euros), pese a que éstos llevaban esperando media hora a que apareciera la pequeña gran estrella de la canción
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